Galbois, Estelle - Rougier-Blanc, Sylvie (dir.): La pauvreté en Grèce ancienne. Formes, représentations, enjeux. p. 278, ISBN : 978-2-35613-098-3, 25 euros
(Ausonius Editions, Bordeaux 2014)
 
Compte rendu par Diego Paiaro, Universidad de Buenos Aires
 
Nombre de mots : 2370 mots
Publié en ligne le 2015-06-10
Citation: Histara les comptes rendus (ISSN 2100-0700).
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          El libro editado por Estelle Galbois y Sylvie Rougier-Blanc reúne una serie de trabajos sobre la cuestión de la pobreza en la Grecia antigua que abarcan desde la época arcaica hasta el helenismo. En su mayor parte La pauvreté en Grèce ancienne constituye el resultado de una jornada de estudios organizada por el equipo CRATA-PLH (EA 4601) que se desarrolló a fines de 2011 en la Universidad de Toulouse II-Le Mirail. Sin embargo, a la publicación se han sumado algunas contribuciones de autores que si bien no han participado de la reunión académica, su inclusión permite dar al libro un mayor balance, coherencia y densidad. En términos generales, se debe decir que la publicación reúne, en once contribuciones y una introducción general, diferentes perspectivas en un acercamiento pluridisciplinario que desde la filología, la historia y la historia del arte, se adentra en las múltiples facetas de la cuestión de la pobreza en el mundo griego antiguo.

           

         La pauvreté en Grèce… comienza con una Introducción General en la que los editores del volumen se preocupan por establecer las características de la pobreza en tanto objeto de investigación y, a la vez, enmarcar las contribuciones del libro en un contexto más amplio en torno a cómo ha sido en el pasado, y cómo se estudia en el presente la cuestión. En este sentido, proponen que la crisis económica de 2008 ha redundado en un renacer del interés por la pobreza en el mundo de las humanidades y, a la vez, ha determinado que reaparezcan las dos posturas clásicas frente a los pobres ya identificadas por Bronislaw Geremek (La Potence et la pitié. L'Europe des pauvres, du Moyen Âge à nos jours, Paris, 1987): la horca y la piedad, es decir, la represión y la asistencia. Los editores se encargan de enunciar las dificultades con las que se topa el investigador moderno a la hora de encontrar una definición de pobreza útil como objeto de estudio: ¿se debería privilegiar el fenómeno (pobreza), el grupo social (los pobres), las categorías originales utilizadas por determinada sociedad (por ejemplo para el caso griego: penía, ptôkheia, aporía) o los conceptos modernos (pobreza, miseria, indigencia)?; ¿se debe realizar un acercamiento a partir de los textos o corresponde hacerlo a través de las imágenes? Más específicamente, Estelle Galbois y Sylvie Rougier-Blanc proponen que quien intente trabajar la temática para la Grecia antigua deberá sortear, al menos, tres dificultades de peso: a) son muy pocos los trabajos monográficos sobre la pobreza griega; b) las fuentes presentan la cuestión desde una perspectiva extremadamente ideológica, una mirada desde arriba, lo que hace necesario que el investigador no confunda al fenómeno con la representación que las elites tenían de él; y, c) lo que es considerado el obstáculo más serio, el hecho de que en las humanidades coexistan varios modos de definir a la pobreza. Finalmente, los responsables de la compilación enuncian que su propuesta es cercana al modo en que Peter Garnsey (Famine and Food Supply in the Graeco-Roman World. Responses to Risk and Crisis, Cambridge, 1988; Cities, Peasants and Food in Classical Antiquity. Essays in Social and Economic History, Cambridge, 1998; Food and Society in Classical Antiquity, Cambridge, 1999) ha trabajado sobre el tema de la pobreza en el mundo romano: entrecruzando el estatuto social y los privilegios legales, la pobreza de hecho y las imágenes de la pobreza, el análisis conjunto de las prácticas y las representaciones; se trata, en definitiva, de tomar a la pobreza como un objeto en si mismo con sus múltiples aristas.

           

         También forma parte de la Introducción General la contribución de Noël Jouenne. En ella se busca hacer frente al problema epistemológico identificado como el de mayor importancia por los editores del volumen: la definición de pobreza. Antropólogo social especializado en el estudio de la pobreza y los sans-abri, su intervención tiene sentido en la obra ya que, a pesar de no tratarse de un especialista en las sociedades de la antigüedad, su aporte da cuenta de las cuestiones y problemas metodológicos asociados al estudio de la pobreza –en su caso contemporánea– Una contribución centrada, en especial, en la necesidad de tener una actitud crítica y atenta con respecto al uso de categorías hasta tal punto de, llegado el caso, hacer tabla rasa con las definiciones heredadas.

           

         En cuanto a los trabajos más específicos, la primera parte del libro se ocupa de los nombres, las definiciones y los conceptos de la pobreza. El estudio de Sandrine Coin-Longeray, está centrado en cómo aparecen representadas y evolucionan dos figuras de  la pobreza (pénés y ptôchos) en la poesía de los siglos VIII a V (de Homero a Aristófanes). Frente a la extendida opinión acerca de un uso flexible de los términos vinculados a la pobreza, la autora encuentra una coherencia y regularidad para marcar la existencia de dos tipos de pobres: por un lado, aquellos hombres que se encuentran en una situación precaria pero forman parte de la comunidad, por otro lado, quienes padecen una pobreza extrema y se encuentran excluidos. Estos últimos, los mendicantes, tienen un lugar predominante en el discurso poético mientras que los pobres se encuentran infrarrepresentados.

 

         Por su parte, Marie-Joséphine Werlings –tomando un corpus heurístico similar– se pregunta acerca de quiénes eran (y si existían como un grupo reconocido) los pobres en las ciudades (y en la poesía) del arcaísmo griego. Mientras que en Homero, Hesíodo y Teognis la pobreza aparece tratada como una posible consecuencia de la mala fortuna del individuo, según la autora, es con Solón cuando los pobres son por primera vez tratados como un conjunto social específico, definido explícitamente por su condición social y su reivindicaciones económicas.

           

         La segunda sección de artículos se organiza en torno a los espacios y las prácticas asociadas específicamente con la pobreza y las dificultades con las que, especialmente, la arqueología se topa al momento de dar cuenta de ellos. En relación a la cuestión del espacio, la contribución de Lorenz Baumer se focaliza en el estudio de los pequeños santuarios rurales. A pesar de la imagen romántica que se ha construido de estos espacios de culto desde la antigüedad hasta nuestros días –según la cual los santuarios rurales expresarían la simpleza y la pobreza de la vida lejos de los centros urbanos– el autor de este capítulo, a partir del estudio arqueológico en profundidad de los santuarios rurales del Ática, muestra cómo tales ideas constituyen una representación montada por las fuentes literarias antiguas y los especialistas modernos que impide ver la relación que tales lugares de culto guardaban con el sistema cultural estatal en el cual se encontraban inmersos.

 

         También centrada en la problemática del espacio, el aporte de Sylvie Rougier-Blanc se focaliza en los homeless y en los lugares de habitación de los pobres en el mundo griego. En su estudio de los “hábitat modestos”, de las cabañas y los squats durante la época arcaica y clásica se cuestiona hasta qué punto dichos espacios pueden encontrarse representados en las fuentes tanto literarias como materiales y los problemas que tal identificación conlleva. Mientras que la autora demuestra de un modo bastante convincente que las fuentes no suelen relacionar directamente a la pobreza con la carencia de hogar, sí lo hacen con la figura del vagabundo. En función de lo anterior, se estudian los intersticios y los espacios alternativos que la ciudad ofrecía y podrían haber sido ocupados por los extremadamente pobres: las calles, los patios de las viviendas particulares, los santuarios, los baños, etc.

 

         En relación con la problemática de las prácticas de los pobres, el estudio de Anna Południkiewicz –el único en idioma inglés– se centra en el análisis de la cerámica de uso cotidiano y su reutilización en el Egipto ptolemaico. La pregunta que guía la indagación consiste en dilucidar si la mencionada reutilización constituye una muestra de pobreza y falta de medios para comprar nuevas o, simplemente, denota otras posibilidades o motivaciones como la dificultad de acceder a otras cerámicas o que el valor sentimental que adquirían determinados objetos conllevaba evitar su descarte y que estos siguieran siendo utilizados de modos alternativos. A pesar de que las evidencias no son concluyentes, el estudio permite prevenir de las lecturas simples del material arqueológico poniendo en juego diversas variables junto a las inmediatamente económicas.

 

         Por otro lado, la cuestión del abandono de niños es tratada por Jean-Manuel Roubineau que indaga hasta qué punto tal práctica puede ser asociada a la pobreza o llevada a cabo exclusivamente por los pobres. A pesar de que generalmente se ha concebido la exposición de infantes como una praxis relacionada con la pobreza extrema, el autor muestra que, en verdad, sujetos provenientes de todo el espectro social llevaban adelante tales comportamientos. A la vez, en un trabajo de largo alcance cronológico, Roubineau muestra que detrás del abandono de niños operaba un cálculo económico racional acerca del impacto que el recién llegado podía tener en el equilibrio económico familiar y en las estrategias hereditarias de la unidad doméstica. 

           

         La tercera parte del libro se orienta al estudio de las imágenes de la pobreza tanto en el plano ideológico como en el de las representaciones artísticas. A pesar que, de acuerdo al estudio de Pascale Jacquet-Rimassa, las representaciones de la pobreza se encuentran bastante elididas en el registro cerámico de los siglos VI y V en Atenas, determinadas características iconográficas permiten reconocer a los pobres: pequeña talla, cabellos cortos entre las mujeres jóvenes, vestimenta modesta entre los hombres, etc. Es solamente en el registro de la representación de algunos temas mitológicos –como es el caso del Odiseo mendicante o de la figura de Geras– que la pobreza aparece figurada en las cerámicas áticas de un modo plenamente desplegado.

 

         Por su parte Estelle Galbois se centra en la representación de los pobres en las figuras de arcilla cocida en el helenismo egipcio y de Asia menor. En una contribución en la que se reproducen una buena cantidad de diferentes imágenes, la autora encuentra figuras de terracota que evocan claramente a sujetos provenientes de las clases trabajadoras junto con determinadas características que se pueden relacionar de un modo más o menos directo con la pobreza: la avanzada edad, la enfermedad, la delgadez, la fealdad, la vestimenta modesta, etc.

           

         En relación a la cuestión de la imagen de la pobreza trabajan también los últimos dos aportes que cierran el libro. Sin embargo, no se trata ya de las imágenes representadas en artefactos visuales sino de las construcciones imaginarias que de la pobreza hacen algunas fuentes escritas. Por un lado, Charalampos Orfanos indaga la cuestión a partir de Riqueza de Aristófanes. El autor contextualiza la obra del comediógrafo en la etapa posterior a la caída de la democracia radical ateniense y, junto con ella, de los diferentes mecanismos de redistribución económica con los que la ciudad del siglo V beneficiaba a los más pobres de sus ciudadanos. Para Orfanos, la comedia en cuestión cumplía un papel ideológico y político importante: representada frente a un público compuesto en su mayoría por ciudadanos pobres, Riqueza buscaría constituir una apoyatura ideológica de los intereses de la clase dominante.

 

         Por último, la contribución de Christophe Pébarthe indaga sobre la relación entre los sofistas, la filosofía y la pobreza a partir de la obra de Platón y Jenofonte.

             

         Para finalizar, merece ser destacado que en términos generales el libro presenta una edición muy cuidada en la que destaca el uso de diversos tipos de imágenes –esquemas, dibujos y fotografías de cerámicas, esculturas, relieves, etc.– que resultan claras (algunas de ellas en color). A la vez, las introducciones elaboradas por los editores a cada una de las tres partes en que se divide el libro y el balance final resultan sumamente informativos y permiten situar rápidamente al lector frente a las temáticas y abordajes principales de las diferentes contribuciones. El libro se completa con una bibliografía que comprende todos los capítulos, una serie de índices (de fuentes, nombres, lugares, temas) y un catálogo de las ilustraciones. En definitiva, La pauvreté en Grèce… es una obra de gran calidad, útil tanto para el especialista en el estudio de la Grecia antigua como para aquellos que, desde otros campos de las humanidades, se interesan por la temática de la pobreza. El lector encuentra un trabajo que muestra una gran unidad y coherencia –algo no muy común hoy en día entre libros que surgen de la compilación de contribuciones de un evento académico– que también vale para cada uno de los aportes individuales de los diferentes investigadores.

 

 

 

Table des matières

 


Avant-propos : p. 9
Introduction générale
La pauvreté en Grèce ancienne, un faux sujet de recherche ? : p. 13
Noël Jouenne,
Le témoignage d’un sociologue des marges : pourquoi étudier la pauvreté
aujourd’hui ? L’exemple du parcours d’un ethnologue des sans-abris : p. 25
1ère partie. Les mots de la pauvreté. Définitions et concepts
Introduction de la 1ère partie : p. 37
Sandrine Coin-Longeray,
Pénès et Ptôchos : le pauvre et le mendiant. Deux figures de la pauvreté dans la
poésie grecque ancienne : p. 45
Marie-Joséphine Werlings,
Qui étaient vraiment les pauvres dans les cités grecques archaïques ? : p. 67
2e partie. Des pratiques de pauvres ?
Introduction de la 2e partie : p. 85
2.1. Espaces et pauvreté
Lorenz Baumer,
“Où le paysan faisait une pause pour offrir quelque modeste don” – Les sanctuaires
ruraux en Grèce : entre pauvreté romantique et réalité archéologique : p. 97
Sylvie Rougier-Blanc,
Architecture et/ou espaces de la pauvreté ? Habitats modestes, cabanes et “squats”
en Grèce ancienne : p. 105
2.2. Pauvreté et pratiques “exclusives”
Anna Południkiewicz,
Poverty or economy? Pottery in the household of Ptolemaic Egypt : p. 139
Jean-Manuel Roubineau,
Pauvreté, rationalité économique et abandon d’enfants dans les cités grecques : p.
145
3e partie. Images des pauvres
Introduction de la 3e partie : p. 167
3.1. La pauvreté en image
Pascale Jacquet-Rimassa,
“Cherchez le pauvre !” Quelques réflexions sur la pauvreté dans l’imagerie attique
(vi-ve a.C) : p. 179
Estelle Galbois,
Des pauvres invisibles ? Réflexions autour de terres cuites hellénistiques d’Égypte
et d’Asie Mineure : p. 189
3.2. Pauvreté, idéologie et philosophie
Charalampos Orfanos,
Le Ploutos d’Aristophane : un éloge de la pauvreté ? : p. 213
Christophe Pébarthe,
Les sophistes, les philosophes et la pauvreté : p. 223
La pauvreté en Grèce ancienne. Bilan et perspectives : p. 237
Bibliographie générale : p. 241
Index des sources : p. 259
Index des noms : p. 269
Index des lieux : p. 273
Index des notabilia : p. 275
Table des illustrations
[p]279